viernes, 25 de enero de 2019

Review de "One night in Milan"

Puede ser difícil de creer, pero "One Night in Milan", grabado en 2018, captura a Quiet Riot en el primer concierto que han dado en Italia. Aún más sorprendente para una banda que existe desde 1977, este es solo su segundo álbum en vivo, y "One Night in Milan" es un álbum en vivo brillante.

La formación para esta actuación es Frankie Banali (batería, percusión), Chuck Wright (bajo, coros), Alex Grossi (guitarras) y James Durbin (voz). Durbin es el nuevo chico del grupo, que se unió en 2017 y participó en su más reciente grabación de estudio, "Road rage". Su actuación es admirable, demostrando que tiene los medios necesarios para esta banda. No necesita compararse con el antiguo vocalista Kevin DuBrow; a juzgar por este álbum y "Road rage", Durbin ha empezado a formar su propia voz única como cantante principal. Banali, que formó parte de la reforma de Quiet Riot en 1982, es el miembro más veterano de la formación actual.

Las canciones se interpretan a la perfección y la banda hace que el público entre en un frenesí tal que, para cuando llegan a "Cum on feel the noize", la multitud estalla al cantar junto con el himno del rock. En el camino, los fans se encuentran con una banda poderosa: Quiet Riot es un grupo sólido y muy potente. Con un montón de solos de guitarra y batería, el público se desmelena y el vocalista les anima. Es perfecto. La energía que sale de los altavoces no tiene parangón. Uno sólo puede imaginar lo que es estar allí en persona.

También hay que aplaudir a Quiet Riot por no haber adulterado este álbum en el estudio. El resultado suena fantástico, y es un verdadero álbum en vivo, grabado en una noche. Es el sonido de cuatro tipos divirtiéndose, rockeando y empapándose del amor de los fans.

También hay una buena mezcla de lo nuevo y lo viejo. Por supuesto, los éxitos están aquí ("Mama, weere all crazee now", "Bang your head" y "Condition critical"), pero también están presentes canciones de "Road rage" ("Can't get enough"), "Down to the bone" ("Whatever it takes") de 1995 y "Terrified" ("Terrified") de 1993. Todas las selecciones de su catálogo de trece álbumes son bienvenidas en la lista de canciones.

"One Night in Milan" es el sonido de una banda orgullosa de su pasado y confiada en su futuro. No es nostalgia, sino puro heavy metal, y es glorioso. Quiet Riot está en su elemento, tocando en directo y haciendo lo que mejor saben hacer: rockear.

Fuente: Spill Magazine